¿Hacia dónde va la Cultura en las organizaciones ?
¿Hacia dónde va la Cultura en las organizaciones ?
Samuel Arias Calero / www.linkedin.com/in/samuelariascalero
10/23/20252 min read
La cultura organizacional ya no es un conjunto de valores plasmados en una pared; es el resultado tangible de los comportamientos diarios permitidos, promovidos y replicados en la empresa. La cultura la construyen, definen y sostienen principalmente los líderes, pues son ellos quienes actúan como el modelo a seguir, decidiendo qué tan segura es la organización para la expresión de ideas y el riesgo. Por esta razón crítica, el enfoque estratégico debe estar en trabajar intensamente con los líderes, entrenándolos no solo en gestión sino en humanidad. La tendencia más crucial en cultura es la de la Seguridad Psicológica, definida como la creencia compartida de que el equipo es seguro para la toma de riesgos interpersonales, como admitir errores, hacer preguntas o proponer ideas disruptivas sin miedo al castigo, la humillación o el rechazo. En entornos de Canal Moderno y alta presión comercial, donde la toma de decisiones rápida es vital, la seguridad psicológica es el motor de la innovación y la principal defensa contra el estancamiento. Una cultura con alta seguridad psicológica permite a los equipos comerciales ser más honestos sobre los errores de ejecución, logrando correcciones rápidas y mejorando la rentabilidad. Invertir en el desarrollo de un liderazgo consciente y empático es la forma más directa y efectiva de sembrar esta seguridad, pues son las interacciones del día a día, promovidas por el líder, las que determinan el nivel de confianza y optimismo en la organización.
Es imperativo entender que una cultura empresarial positiva y optimista no surge por decreto; es el producto de un esfuerzo intencional y sostenido en el desarrollo de las competencias humanas del management. Cuando los líderes operan desde la autenticidad y la empatía (como se discutió previamente), construyen puentes de confianza que son la base de la seguridad psicológica. Por ello, el mentoring y los programas de desarrollo de liderazgo deben enfocarse en habilidades como la escucha activa, el manejo constructivo de conflictos y la retroalimentación basada en el crecimiento. Si un líder reacciona con castigo o burla ante un error, toda la cultura aprende que el riesgo es peligroso. Por el contrario, si el líder celebra el aprendizaje que proviene del fallo y fomenta el debate abierto de estrategias, se alimenta una cultura de optimismo realista y responsabilidad compartida. La organización que invierte en transformar a sus gerentes en líderes humanos, capaces de generar entornos donde las personas se sientan valoradas y escuchadas, está invirtiendo directamente en su capacidad de adaptación, en la retención de su talento más valioso y en la construcción de una ventaja competitiva sostenible.
